Medios de pago con el móvil, la solución más fácil será la más popular
- Micky Turci
- 28 feb 2018
- 3 Min. de lectura

Con las redes sociales pasó algo parecido a lo que seguro pasa con los pagos desde el teléfono móvil. Las redes sociales se pusieron de moda y todo el mundo se lanzó a crear la suya, muchos millones de euros en intentar convencer a los usuarios para que escogieran una u otra... Apuestas de todo tipo y condición desde el mundo imaginado de los avatares a "redes nicho" que se empeñaban en hacerlo mejor que las que lo hacían bien ¿Conclusión? Pues como en la película Los Inmortales: "Sólo puede quedar uno" o al menos un@ de cada especie.
A toro pasado es fácil saber cuáles se llevaron el gato al agua, Facebook fue la campeona, Twitter no se resiste a desaparecer, Whatsapp, que nació con otros propósitos, se ha ido formando en red social, Instagram ha sabido pulir su nicho viral con las imágenes y transformarlo en otro lenguaje universal, y el mundo de las relaciones ha encontrado su discreción en entornos "menos escaparatistas" que las redes abiertas y más "esto me lo guardo en mi diario" para enseñárselo a los amig@s o para regocijarme sol@ en casa.
Extrapolar el fenómeno de las redes sociales al mundo del pago por el móvil puede parecer una estupidez y en gran medida lo es por distante y distinto, lo único que viene al caso es el fenómeno de "todos contra todos" y el resultado de "sólo puede quedar uno". Y al caso también viene que las redes sociales quieren copar el pago desde el móvil, al menos que lo están intentando es un hecho, pero el medio plazo juzgará y hará bueno aquello de zapatero a tus zapatos.
Ahora vivimos el momento más creativo, más especulativo, donde los bancos no quieren perder algo que consideran suyo, donde el dinero de plástico grita que no, que ése es territorio de las tarjetas; y las tecnológicas aunque quieren y seguro que pueden son demasiado tímidas porque temen equivocarse en un mundo que a todos los mortales nos parece coto de los grandes gurús de la economía.
Al final decidirá el de siempre, ese demiurgo que es la sociedad en sí, la impulsora de las modas, el juez y el fiscal de las tendencias. Eso no quita que quienes sean los más osados y busquen en los comportamientos sencillos su razón de ser ganarán la batalla. Una batalla que vista nuestra experiencia con las redes sociales, la vencerá quien no busque desde el inicio su core, porque es mejor ser ágil y porque nadie sabe cuál es el core a día de hoy. Saldrá victorioso quien no busque desde el principio sus grandes beneficios, sino la sencillez de uso, su utilidad, su labor social y ese intangible que podemos llamar el alma de las aplicaciones, un cóctel entre el vicio de usarlas y la paz que da creer que sabes hacerlo.
La más amigable de las plataformas de pago será aquella que congenia bien con jóvenes y ancianos, con comercios y "paganos", con el ocio y el negocio, seguro que es rápida y honrada, blindada hasta las trancas y capaz de colgar el cartel de "gratis" bien grande. buscará sus réditos en las grandes masas y no en el "machetazo" impío de los bancarios. Confluirán en ella todas esas cosas que a día de hoy ninguna de las plataformas conocida ha sido capaz de conjugar a la vez y no porque no lo hayan intentado sino por no mirar usando un prisma diferente.
En Linkedin se ha creado un grupo para hablar del pago con los móviles, para intentar seguir día a día las tendencias de lo que se hace en España y en el mundo, todo apunta a que se van a hacer muchos experimentos, se van a cerrar muchas ventanillas y se van a tirar muchos millones, pero al final una será la que consiga entendernos a casi todos. Lo que está claro, que la de pagar con el móvil y sus sucedáneos es una tendencia que no tiene marcha atrás.
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